miércoles, 18 de julio de 2012

ENDODONCIA. Tratamiento de Conducto

Consiste en la eliminación de la pulpa dental, cuando ésta se encuentra inflamada (pulpitis), infectada o necrosada. La pulpa dental es la estructura del diente que contiene nervios, vasos sanguíneos y tejido conectivo. Se extiende desde la corona dental, hasta la parte inferior de las raíces y esta recorre los llamados conductos o canales radiculares. Cuando se realiza un tratamiento de conducto, al diente se le denomina: Diente tratado endodonticamente.

La pulpa dental puede infectarse por muchos factores, esencialmente debido a la falta de tratamiento de la caries dental y su avance hasta la pulpa, por traumatismo en el diente o por el efecto acumulativo de diferentes procedimientos dentales realizados. Cuando la pulpa dental se infecta o necrosa, aparecen abscesos muy dolorosos. Al extraer la pulpa dental infectada o necrótica se prevendrá que la infección avance y destruya el hueso circundante al diente o que ésta se propague a otras áreas de la cavidad bucal, de no ser así, el proceso continúa avanzando y el desenlace para el diente será fatal, en consecuencia se perderá.
Descripción del Procedimiento
Se talla una cavidad a través del esmalte y la dentina hasta acceder a la pulpa dental. Se insertan unas limas o tira nervios para extraer la misma. Cada diente tiene entre uno y cuatro conductos y se necesita extraer la pulpa de todos los conductos radiculares del diente afectado. Una vez que la pulpa ha sido extraída, las paredes de los conductos radiculares son modificados en su diámetro, en otras palabras son ensanchados, las paredes de los conductos son regularizadas y alisadas para eliminar las anfractuosidades que estos puedan tener por su anatomía, se utilizan medicamentos para disminuir el metabolismo bacteriano. Cuando los conductos se encuentran debidamente preparados y sin ninguna sintomatología, decimos que están aptos para ser terminados, se obturan internamente con un material inerte (la gutapercha es el mas conocido), para sellar el conducto de toda filtración, de esta forma evitaremos que se contamine y haya una reagudización del proceso.
Cuánto dura un tratamiento?
El procedimiento debe tomar entre 2 y 4 sesiones aproximadamente; con los conocimientos modernos, las técnicas nuevas, los instrumentos y equipos de última generación, estos se pueden finalizar en una sola sesión, si la pulpa dental no esta necrosada o presenta alguna lesión periapical o abceso.
Dolerá?
La anestesia evita el dolor durante el procedimiento. Usted podrá tener algunas molestias leves durante unos días, mientras dure el proceso de recuperación.
En la actualidad el porcentaje de éxito de un tratamiento de conducto es de aproximadamente 95% en la mayoría de los casos y el diente tratado endodonticamente debe durar toda la vida en boca. Sin embargo, hay casos donde los tratamientos de conducto radiculares deben repetirse (retratamiento) con un gran porcentaje de éxito.

CURIOSIDADES...! El Diente de Hierro.

Cuando los antiguos romanos perdían un diente, las opciones de sustituirlo eran pocas. Los pobres vivían con el agujero e incluso para los ricos el reemplazo era sólo cosmético. Pero parece que algunas personas tenían acceso a trabajos dentales sorprendentemente avanzados. Un hallazgo que confirma esta teoría es el esqueleto desenterrado por el investigador francés Louis Girard, en la Universidad de Burdeos, en una fosa de Chantambre, a 100 kilómetros de París, cuya mandíbula presentaba un diente moldeado en hierro.
El cementerio data del Imperio Romano, pero los cadáveres enterrados eran de indígenas galos, ya que los romanos eran incinerados. De los 500 esqueletos descubiertos, sólo uno tenía dientes postizos.
Es impresionante la exactitud con que están fijados a la mandíbula. Los rayos X muestran que la raíz encajó a la perfección en el alvéolo y que el hueso creció alrededor de la raíz, cimentándose en la mandíbula. Este dato revela que la persona que lo hizo lo moldeó sobre el original. La construcción esmerada del diente permitió su inserción en la mandíbula. "La radiografía expone que no hubo destrucción.
Por lo tanto, no fue un implante ajustado a martillo", explica Pascal Murail, colega de Girard, quien examinó la pieza. Un hilo de cuero lo mantuvo en su lugar durante tres a seis meses, hasta que se fijó en la mandíbula. A partir de este descubrimiento han surgido interrogantes entre los expertos.
¿De qué manera aquel médico de la Edad del Hierro adquirió ese nivel de
práctica dental?
¿Cómo
evitó una infección? Las respuestas nunca se sabrán.
Para hacer más impactante este hallazgo, hay que señalar que los dentistas de hoy no implantan dientes postizos en el hueso de la mandíbula. Además, durante ese mismo período, los romanos ricos de Italia tenían acceso a prótesis de madera o cuerno cuando perdían un diente, especialmente los incisivos. Estos trabajos servían para ocultar el orificio en la boca, ya que no se insertaban en la cavidad.
Este
diente de hierro es la prótesis más antigua que se conoce hasta ahora.